Test de Velocidad (Speedtest), prueba de velocidad de internet
En la actualidad disponer de una conexión a internet doméstica es algo muy habitual, de hecho, un estudio oficial del INE (Instituto Nacional de Estadística) afirma que más del 80% de los hogares españoles disponen de una conexión a internet. El acceso a un servicio de internet ya no es algo prohibitivo, ya que los precios de internet de alta velocidad son muy competitivos. Pero no todos los operadores son iguales, algunos ofrecen servicios más estables que otros, por ello es recomendable realizar un speedtest o prueba de velocidad de conexión.
En el estudio citado anteriormente, además se destaca que la mayor parte de conexiones a internet en viviendas son de banda ancha. Esto pone de manifiesto como las tecnologías de comunicación han evolucionado y la expansión del cable o fibra es cada vez mayor.
Otro factor que ha contribuido a la expansión de internet es la llegada de los smartphones, que hoy sería impensable este tipo de dispositivo sin una conexión a internet. Los dispositivos móviles se han visto propulsados por la necesidad de comunicarse desde cualquier punto en cualquier momento y esto es en parte posible gracias a internet móvil.
¿Qué es un speedtest o test de velocidad?
Un speedtest es una prueba de velocidad que nos permite obtener la velocidad real de nuestra conexión a internet. Los speedtest convencionales realizan una serie de pruebas para determinar tanto la velocidad de subida (envío de datos) como la velocidad de descarga (recepción de datos).
Los resultados arrojados por esta prueba de velocidad suelen ser bastante fiables, siempre y cuando seamos los únicos usuarios haciendo uso de la conexión. Nuestro hardware también puede suponer un cuello de botella. Por ejemplo, si disponemos de una tarjeta de red de 10Mbps pero nuestra conexión es de 1Gbps, no podremos alcanzar el máximo rendimiento de la conexión.
¿Cómo interpretar los resultados de un speedtest?
Tras realizar una prueba de velocidad, tendremos en pantalla los resultados de la velocidad de subida y bajada en las unidades Mbps (megabits por segundo) que también pueden venir representadas de las formas Mbit/s o Mb/s. Estas unidades no son las que estamos acostumbrados a ver los usuarios y es muy habitual confundirlas con los MB/s (megabytes por segundo). La trampa está en el uso de las letras mayúsculas.
Para hacernos una idea de las diferencias entre Mb/s y MB/s, podemos decir que 1Mb/s equivale a 0,125MB/s. Por este motivo, cuando se habla de una conexión de 100 Megas, en realidad se refieren a 100 Mb/s que equivalen a 12,5 MB/s.
Sabiendo lo anterior, ya podemos interpretar los resultados de una prueba de velocidad. Aun así existe un tercer parámetro, la latencia. Podríamos definir la latencia como el retraso de una conexión a internet. Esta latencia se ve afectada por multitud de parámetros, por ejemplo la distancia geográfica entre el transmisor y receptor de datos, donde a mayor distancia, mayor latencia.
¿Por qué realizar una prueba de velocidad?
Por desgracia es muy habitual que nuestro operador sufra algún tipo de percance y notemos que nuestra conexión va más lenta de lo normal. En esta situación, nuestra primera acción debe ser la realización de un test de velocidad para verificar que efectivamente hay problemas de conexión.
Seas de la compañía telefónica, las más conocidas en España: Movistar, Vodafone, Orange o Yoigo y todas sus filiales. En cuanto al continente americano, compañías como Claro, Tigo, Digicel son muy utilizadas y por eso es importante realizar el test de velocidad para hacer comparaciones y elegir así, la compañía móvil más adecuada.
¿Por qué medir la velocidad de internet?
Otro motivo importante por el que realizar una prueba de este tipo, es para confirmar que la velocidad de nuestra conexión se corresponde con la velocidad contratada. Dicho de otra forma, para comprobar que nuestro operador está ofreciéndonos la velocidad por la que pagamos.